miércoles, 26 de marzo de 2008

El amor en los tiempos del cólera

Hace poco salió la película basada en este gran libro de Gabriel García Márquez. Tuve la oportunidad de verla, y aunque los paisajes que se muestran son espectaculares, las actuaciones son muy buenas, y la adaptación de la historia es bastante fiel, prefiero infinitas veces la versión escrita.
Creo que en las pantallas del cine se pierde la magia que caracteriza a toda buena novela: la posibilidad de imaginar las escenas y los personajes, el poder de crear en la mente el mundo en el que se desenvuelve la historia. Esta es una obra que vale la pena leer, y aunque más de una vez me han mirado raro cuando digo ésto, para mí, El amor en los tiempos del cólera supera con creces a la famosa Cien años de soledad.
Como siempre, el estilo impecable y cuasiperfecto de García Márquez, se conjuga con una historia profunda y con unos personajes tan reales que casi se pueden ver y tocar. En estas páginas se utiliza la narrativa para explicar la fuerza de un amor que a simple vista era imposible, pero que al final logra imponerse sobre los obstáculos y las vicisitudes. Florentino Ariza se enamora de Fermina Daza, y comienza entre ellos un romance epistolar, que se acaba a los pocos años, cuando la mujer decide dejarlo y casarse con otro. A partir de ese momento, Ariza enfrenta su tristeza y decide esperar pacientemente el momento de la muerte del marido, para intentar rescatar del polvo de los recuerdos, a aquel amor que perdió por circunstancias del destino.
Es una historia que para los tiempos que corren no es más que una simple fantasía sin asidero alguno. Pero, a través de este libro, es posible transportarse a aquella época en la que el cólera era el principal enemigo del cuerpo, y el amor la salvación y, al mismo tiempo, el tormento de las almas.

domingo, 16 de marzo de 2008

Amorcito Corazón

La risa es uno de los mejores remedios para el alma, para la mente y, por qué no, para el cuerpo. Este es un libro escrito por uno de los mejores humoristas venezolanos, de ésos que buscan la hilaridad en los lectores a través de ideas inteligentes e impecablemente planteadas.
Aunque Laureano Márquez es conocido por sus escritos políticos, salpicados, por supuesto, de su humor fino y fresco, en esta oportunidad se pasea por otro tópico, no menos problemático: el amor. A través de su conocido estilo, capaz de arrancar una sonrisa hasta al más pesimista, el autor explica cómo vive el ser humano las diferentes etapas del amor, y otros aspectos relacionados con este tema, como las relaciones que se apoyan de la tecnología para sobrevivir, el significado de varios boleros, y un glosario de términos asociados a la vida amorosa y el romance.
Para el lector que vive estresado todo el día, que siente que no tiene tiempo para nada, que está agobiado por mil problemas y contrariedades, este libro es un escape perfecto de la realidad. Se puede leer en muy poco tiempo, y no se necesita de mucho esfuerzo intelectual; sólo hay que estar dispuesto a reírse y disfrutar de cada palabra y de cada situación que se cuenta.
Sin duda, las colas en el banco o el apuro de la ciudad no serán tan insufribles si se cuenta con un libro como este: una fuente de risas y ratos agradables, que puede disfrutarse en soledad o en compañía.

lunes, 3 de marzo de 2008

¿Por qué no nos gusta leer?

En una sociedad donde la televisión es lo más importante, y los videojuegos se ganan la atención de grandes y pequeños, no es difícil entender porqué el libro ha sido cada vez más desdeñado y apartado de la rutina diaria.
Aunque son conjeturas que quizás no tengan fundamento, sé por comentarios que he escuchado, que a la mayoría de las personas no le gusta leer, salvo los periódicos, y, sin embargo, prefieren enterarse de lo que sucede a través de internet o de la televisión. ¿Para qué tardar tanto tiempo en la lectura, si tenemos un cajita mágica que nos dice todo sin necesidad de analizar mucho? ¿Para qué empecinarnos en gastar la vista en letras amuñuñadas, si hay un señor que nos dice y nos muestra imágenes de todo aquello que puede interesarnos?
Los niños se preocupan por las eliminatorias de "Somos tú y yo", por los dibujos animados de cartoon network, o por conseguir el último juego de play station. Es muy extraño ver a algún pequeño con un libro en las manos, pero no son ellos los culpables, porque no se les puede exigir que hagan algo que nunca han visto: sus padres o sus allegados tampoco sostienen páginas concentrados, tampoco se sumen en el placer de imaginar lo que se cuenta en esas páginas.
El hábito de la lectura comienza en casa y, por supuesto, debe ser reforzado en los salones de clases. Debe inculcarse el interés por las letras, no como una asignación aburrida, sino como un momento de distracción y entretenimiento.
Para mí, no hay nada mejor que sentarme en mi cama, mientras el silencio me rodea, con un buen libro en mis manos, con una obra que me haga pensar, que me haga imaginar, que me haga saborear las maravillas creadas por una mente prodigiosa. Nada mejor que conocer lugares a través de mi mente, sin necesidad de imágenes; que sólo sean las palabras las que me transporten, y que pueda ser capaz de transformar lo plano del papel en formas tridimensionales increíbles, pero al mismo tiempo, reales y completamente verosímiles, con una voz, con un cuerpo, con una existencia plantada en los confines y profundidades de mi cerebro.