viernes, 12 de septiembre de 2008
Noticia de un secuestro
La guerra del fin del mundo
miércoles, 26 de marzo de 2008
El amor en los tiempos del cólera
domingo, 16 de marzo de 2008
Amorcito Corazón
lunes, 3 de marzo de 2008
¿Por qué no nos gusta leer?
viernes, 29 de febrero de 2008
Brida
domingo, 3 de febrero de 2008
El mar inclinado
sábado, 26 de enero de 2008
Doce cuentos peregrinos
miércoles, 23 de enero de 2008
Crimen y Castigo
Una larga fila de hombres
No es un error pensar que Francisco Massiani se respira en cada una de las páginas de este libro de cuentos. No estoy diciendo que Rodrigo Blanco Calderón se plagió alguna obra del gran autor venezolano, sino que su estilo no puede negar la influencia de las letras massianísticas. Ese hablar llano, ese decir las cosas como son, ese transmitir la idiosincrasia del venezolano, esa búsqueda de una mirada sencilla y sincera sobre lo que es el latinoamericano en general, son propios del escritor que supo llenar los espacios de la literatura venezolana.
Este autor joven venezolano, graduado de Licenciado en Letras en la UCV -lo digo orgullosamente-, relata sus historias desde personajes que dejan entrever la vorágine de sus pensamientos, muy al estilo de Piedra de mar, escrita por Massiani . Es a través de esos hombres atormentados que se trasluce la realidad de urbes caóticas y convulsionadas, que bien pueden ser la capital venezolana, o cualquier ciudad latinoamericana.
Además de ese estilo característico que ya dije que tienen sus escritos, Blanco Calderón dedica uno de los cuentos a Massiani. En este relato, denominado "La malla contraria", el personaje principal juega al fútbol, que era una de las grandes pasiones del autor de Piedra de mar.
En fin, más allá de las elucubraciones sobre Massiani y su influencia en los cuentos de Blanco Calderón, vale la pensa pasearse por estas pequeñas obras maestras, bien logradas y frescas, llenas de ese espíritu joven, y de ese esfuerzo que se revela en los que disfrutan lo que hacen.