sábado, 16 de mayo de 2009

Farenheit 451


Imaginar un mundo sin libros es algo difícil. Más complicado todavía es pensar en un lugar en el que los bomberos se encarguen de quemar libros. Esa es la historia de Farenheit 451, una novela fabulosa de Ray Bradbury.
Montag es el personaje principal de estas páginas. Para hacerlo más interesante, por supuesto, es un bombero. Pero no uno cualquiera, que sigue las órdenes sin pensarlo mucho. Bueno, al principio era así, pero el encuentro con una muchacha inteligente lo ayudó a salir del abismo.
A partir del momento en el que conoció a Clarisse, una joven del vecindario, Montag comienza a repensar su profesión y su vida. ¿Qué es lo que tiene eso que llaman "libro"? ¿Qué secreto esconde y por qué debe ser quemado deliberadamente? Así empieza una aventura por descubrir lo que hay detrás de esas acciones contra las letras.
Para mí, esta novela fue una reivindicación del valor de la lectura. De la importancia de detenerse un rato y aprender de las cosas pequeñas que pasan alrededor. De la valía que tienen esos pedazos de páginas impresas. Además, es un libro que se lee muy rápido, y que contiene una historia emocionante imposible de dejar.