domingo, 8 de marzo de 2009

Como una novela



Este libro me ayudó mucho a comprender las razones por las que las personas no leen. El escritor francés, Daniel Pennac, explica, de forma amena y divertida, los orígenes de esa falta de placer por la lectura.
Para él, todo comienza en la infancia, cuando los padres, en lugar de propiciar una lectura recreativa, convierten esta actividad en una obligación de escuela, en una fuente de castigos y peleas. Es así, que comienza a abrirse una brecha gigantesca entre la persona y el libro, ese objeto extraño, incomprensible, ajeno y que complica la existencia. Es así, que se crece con la fatal idea de que el libro propicia angustias y dolores de cabeza.
Y, aunque parezca imposible, para Pennac es factible"reenamorar" a los adolescentes, y hacerlos encontrarle el gusto a perderse en las historias que narran los libros, a acercarse a ellos con confianza, con interés, y a reducir el profundo abismo que los separa, para construir una relación de intimidad. Para eso, se necesita la colaboración de los padres y de los maestros de las escuelas, quienes deben suscitar el placer, a través de la lectura en voz alta: una reconexión con aquel niño que escuchaba los cuentos que le leían sus papás antes de dormir. He ahí la clave.
Además de constituirse en una guía para los padres que desean ver a sus hijos leyendo, es un texto placentero para cualquiera que desee desentrañar los misterios del placer de leer. Y, también, permite ser menos severos con aquellos que no disfrutan de una buena lectura.
Para completar sus consideraciones, Pennac escribe los diez mandamientos del lector, o "los derechos imprescriptibles", que aquí reproduzco:
1) El derecho a no leer
2) El derecho a saltarse páginas
3)El derecho a no terminar un libro
4) El derecho a releer
5) El derecho a leer cualquier cosa
6) El derecho al bovarismo
7)El derecho a leer en cualquier parte
8)El derecho a picotear
9)El derecho a leer en voz alta
10)El derecho a callarnos

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