domingo, 11 de enero de 2009

A sangre fría



Este es un libro que no puede clasificarse de ninguna manera. No se corresponde con un género del periodismo estudiado por algún teórico; tampoco pertenece a un tipo particular de género literario. Es una obra impura. Y es precisamente en esa impureza que radica su maestría.
Truman Capote narra la historia de dos ex convictos que, al salir de la cárcel, se réunen para ejecutar el golpe perfecto: el asesinato de una familia, conformada por cuatro miembros, y asentada en una inmensa casa de Holcomb, un pueblito de Kansas. La materia prima: real, periodística. La forma de contar: literaria, descriptiva, novelada. Todo un híbrido entre la precisión de la investigación propia del buen periodismo, y la escritura llena de imágenes y de emoción, propia de la literatura.
Por esa misma hibridez, este libro fue criticado hasta el cansancio por aquellos que no comprendían el poder de las mixturas de disciplinas. Los periodistas decían: "esto no es periodismo, esto es falsedad". Y los literatos, por su parte, protestaban: "la literatura no puede ser sino ficción". Toda una polémica. Y más aún cuando después se descubrió que Capote tuvo una vinculación emocional muy estrecha con sus protagonistas.
En todo caso, es un gran libro, que se puede disfrutar como una novela muy bien escrita, y que, al mismo tiempo, puede causar gran impacto cuando se hace conciente la veracidad de lo que se cuenta. Después de leerlo, es recomendable ver la película Capote , donde se revela lo que hay detrás de su confección, y las vicisitudes por las que atraviesa el escritor a lo largo de la investigación.

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